Muertes por coronavirus en comunidades indígenas de Brasil duplican al resto del país
Alejados de los hospitales y frecuentemente con
infraestructuras básicas muy escasas, los pueblos originarios de Brasil están
muriendo por coronavirus a un ritmo alarmante. La política del gobierno de Jair
Bolsonaro para combatir la pandemia está pasando factura a los más débiles.
Brasil ya es el segundo país del mundo con más casos confirmados de Covid-19,
con casi 350.000 positivos, y el sexto con más fallecidos, por encima de los
22.000 muertos.
El coronavirus se ha convertido en una amenaza seria para
los pueblos indígenas. En las regiones del interior del país, los sistemas de
salud disponen de menos capacidad asistencial ante la demanda disparada de pacientes
infectados por el virus.
Según recoge la agencia Efe, en el estado del Amazonas la
tasa de incidencia de Covid-19 cuadruplica la media nacional, y sólo en la
capital, Manaos, hay camas de cuidados intensivos para los más de 60
municipios. Y según el Grupo de defensa de la articulación de los pueblos
indígenas de Brasil (APIB), que computa el número de casos y muertes entre los
900.000 indígenas del país, la tasa de mortalidad en las comunidades indígenas
es el doble que en el resto del país.
De acuerdo con el médico coordinador de la UTI aérea del
Amazonas, Edson Rodrigues, el aumento de contagios en el interior del estado de
Amazonas incrementó en un 65% la cantidad de vuelos realizados hasta Manaos
este mes de mayo respecto a abril. La UTI del área del Amazonas cuenta con seis
aeronaves. “Antes de la Covid-19 teníamos una lista de peticiones para
desplazamientos hasta Manaos de unos 8 o 10 pacientes por día, pero desde mayo
prácticamente triplicamos y hubo días en los que llegamos a una lista de 30
pacientes”.
Desde las entidades indígenas claman una atención sanitaria
digna, por ahora inexistente. “Aquí la atención en hospitales no existe”,
señaló desde la ciudad de amazónica de Tabatinga el presidente de la Federación
Indígena del pueblo Kokama, Glades Kokama Rodrigues Ramires. “En Tabatinga hay
solo un hospital militar, que no está siendo como debería ser porque no tiene
estructura para atender a los indígenas; están pasando por un momento muy
difícil”.
El líder del pueblo kokama lamentó el “poco” apoyo recibido
por parte del Gobierno de Jair Bolsonaro, al que acusó de aplicar una política
con una total “falta de respeto” a su comunidad y “al resto de indios” del
país.
Las señales de alarma sobre la expansión del virus en el
interior de Brasil saltaron esta semana al divulgarse un informe sobre los
“riesgos de interiorización de la Covid-19”, realizado por la Fundación Oswaldo
Cruz (Fiocruz), vinculada al Ministerio de Salud de Brasil.
El documento reveló que más de 7,8 millones de brasileños
viven, como mínimo, a cuatro horas de distancia de una localidad con la
estructura adecuada para tratar casos graves de la enfermedad.
El ministro interino de Salud brasileño, el general Eduardo
Pazuello, abordó esta semana la penetración del virus en nuevas áreas del país.
“El avance de la pandemia hacia el interior es inevitable”, admitió. Los datos
de las autoridades son elocuentes: el número de localidades con al menos un
caso de Covid-19 aumentó casi 12 veces en los últimos 53 días.
El avance del virus hacia los territorios del interior de
Brasil también preocupa al alcalde de Manaos, Arthur Virgílio Neto, quien
afirmó temer un “genocidio” de indios en la región como consecuencia de un
“crimen contra la humanidad”.
El alcalde se mostró especialmente preocupado por la
situación de las comunidades indígenas en el interior del estado del Amazonas y
lamentó que el patógeno esté dirigiéndose a “esas personas ingenuas, que acaban
tornándose presas fáciles para que el nuevo coronavirus ejecute su trabajo
destructor”. En el estado de Amazonas, con una superficie que triplica la de
España, se contabilizaron hasta el jueves cerca de 25.370 casos y alrededor de
1.620 víctimas mortales de Covid-19.
Fuente: agencias