“Las redes sociales están destruyendo los diarios y el buen periodismo”
El antropólogo británico Daniel Miller, nacido en 1954 y
especializado en pautas de consumo, ahora abocado a estudios de tecnologías, en
general, y de teléfonos celulares, en particular, autor de libros como Tales From Facebook, Digital Anthropology, Visualising Facebook y How the World Changed the Social
Media, entre muchos otros, dice que tiende a “ver el
teléfono más como un avatar. Un avatar es un aspecto de la persona. Diría que
ese es el elemento que hace al teléfono inteligente diferente de casi cualquier
otra máquina. Creo que nunca tuvimos una máquina que tan claramente exhibiera
esta propiedad de ser un aspecto de nosotros mismos. Tal vez lo más cercano
haya sido algo como la vestimenta, que nosotros transformamos en algo que es
expresivo”. Al menos eso comentó en una entrevista publicada hoy por el diario
La Nación. Colabora en la construcción de la todavía incipiente antropología
digital.
“La antropología digital se desarrolla porque en tanto las
tecnologías digitales han crecido, se hicieron evidentes sus consecuencias para
la gente y las sociedades, y necesitamos acercamientos que nos ayuden a
entenderlas”, explicó Miller. “Por su propia tradición metodológica, la
antropología tiene todo para contribuir, particularmente porque en muchas de
las tecnologías de la comunicación el impacto es bastante íntimo y privado,
pero también social. Si querés observar el modo en que afecta a la gente común
en su vida cotidiana, tenés que tener un abordaje que te permita ganar
confianza y acceso a esos mundos privados e íntimos. Es muy problemático que la
mayor parte de las discusiones sobre las tecnologías digitales ignore a la
gente. En nuestra investigación, nos enfocamos en la experiencia de la gente
común, en cómo le ha cambiado la vida y cuál es su perspectiva frente a esos
cambios”.
Y volviendo al teléfono celular: “Nuevamente, se trata de
cómo compramos cosas que después configuramos para que sean una expresión de
nosotros mismos. Con el teléfono es lo mismo, aunque no necesariamente sea una
expresión individualizada. Porque no se puede entender un teléfono como un
teléfono individual solamente, así como tampoco se puede entender a una persona
por fuera de sus relaciones. Eso nos lleva de nuevo a la antropología, que es
la disciplina que rechaza ver a los seres humanos como individuos aislados. Cuando
hago mis investigaciones, sé que si el marido no tiene determinadas redes sociales, quizás la esposa las tenga porque ella es la que se ocupa de la
comunicación con la familia. El teléfono es un objeto relacional; el medio a
través del cual nos relacionamos con nuestra pareja, nuestros hijos, amigos,
comunidad y círculos más amplios”.
―¿Está de acuerdo con quienes opinan que las redes están
destruyendo la democracia? ―le preguntan en la entrevista.
―No, pienso que están destruyendo los diarios. Hay una clara
evidencia de que es muy destructivo de los diarios y del buen periodismo, y
creo que eso es trágico. Pero eso no significa que sean destructivas para la
democracia. Al contrario, hay nuevas formas de democracia, que no
necesariamente nos gustan. Tenés grupos populistas que en muchos aspectos son
técnicamente más democráticos como resultado de las posibilidades que brindan
los nuevos medios. A lo sumo, creo que sería más honesto decir que los nuevos
medios han expuesto el problema político de tener "demasiada"
democracia y el resultante crecimiento de ciertas formas de populismo. Pero esa
idea de que están destruyendo la democracia creo que viene más bien de un
sesgo.
La entrevista completa, acá.