El descubrimiento de una ciudad de 9000 años cambia lo que pensábamos sobre la vida en las ciudades del neolítico




Esto ocurre cada tanto: están por construir una autopista ―o un metro, un shopping o un rascacielos horrible que será demolido en cinco años para levantar otro rascacielos todavía más horrible― y de repente, cuando los obreros excavan, aparece algo que no debía aparecer. En este caso, los restos de una ciudad de 9000 años de antigüedad en un lugar que se pensaba que había estado deshabitado. Y que lo encontrado parece demostrar que era una ciudad próspera, bien organizada, con vínculos comerciales con otras poblaciones. Un cambio de paradigma. 

Sucedió así. Arqueólogos israelíes identificaron a solo cinco kilómetros al oeste de Jerusalén un enorme asentamiento prehistórico donde se cree que vivieron entre 2000 y 3000 personas durante la Edad de Piedra.


La ciudad, de unos 9000 años de antigüedad, encontrada antes de la construcción de una autopista cerca del barrio de Motza, es una de las más grandes descubiertas hasta la fecha.

“Es la primera vez que se descubre en Israel un asentamiento tan grande del periodo neolítico”, se informó dedde la Autoridad de Antigüedades de Israel (IAA, por sus siglas en inglés). “Cambia lo que se sabía sobre el periodo neolítico en la zona”.

En comunicación con la agencia Reuters, la arqueóloga Lauren Davis señaló que se trata probablemente de “la excavación más grande de este período de tiempo en el Medio Oriente, lo que permitirá que la investigación avance y de un salto adelante, solo por la cantidad de material que podemos guardar y preservar de este sitio”.


Las excavaciones sacaron a la luz viviendas y edificios públicos y religiosos, indicadores de la complejidad de la sociedad. Las construcciones se alinean formando algo “muy parecido a lo que vemos en los edificios de hoy, separados por callejones”, describió Davis. Todo ello evidencia un nivel de planificación relativamente avanzado en la ciudad, según destaca la Autoridad de Antigüedades.

Encontraron herramientas de pedernal y armas (puntas de flechas, hachas, hoces y cuchillos). También joyas y objetos de culto, como un busto de piedra y una estatuilla de un buey. También, almacenes con grandes cantidades de legumbres, particularmente de lentejas, cuyas semillas se han conservado sorprendentemente bien a lo largo de los milenios.


“Este hallazgo evidencia una práctica intensiva de la agricultura”, aseguraron. “Los huesos de animales encontrados en el lugar muestran que los residentes en el asentamiento se especializaron cada vez más en el cuidado de las ovejas, mientras que el uso de la caza para la supervivencia disminuyó gradualmente”.

El descubrimiento de objetos de obsidiana procedentes de Anatolia hacen pensar que estos ciudadanos de hace 9000 años tenían conexiones comerciales y culturales con otras poblaciones.

Hasta ahora se creía que la zona había estado deshabitada durante este periodo, de ahí que el hallazgo del enorme yacimiento de Motza haya despertado un gran interés en el mundo científico: un cambio de paradigma. Que alguien le dé un premio, también, a los que manejaban las excavadoras para construir la autopista.


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