Arte y etnografía en tiempos oscuros


 
Por Yana Stainova y Sienna R. Craig

 

Consideramos las intersecciones entre etnografía y arte, y la sinergia lúdica que surge entre ambos, incluso en tiempos oscuros. Sostenemos y recuperamos la alegría a través de una variedad de formas: experimentando con la escritura etnográfica en formas que incluyen el arte visual, analizando el lugar de las obras y prácticas de arte en relación con los procesos políticos, estudiando las reverberaciones tensas pero generativas de la pandemia y el racismo estructural sobre el trabajo etnográfico.



Trabajamos  con, y como, artistas. Nos inspira ampliar nuestra comprensión disciplinada del arte para incorporar la teoría, el método, la escritura y la enseñanza etnográfica. Todas las piezas contribuyen a pensar el arte y la realización de la etnografía como procesos creativos que nacen en la relación deseada. Se abordan cuestiones de memoria y materialidad; se tiene en cuenta la tensión entre forma y contenido, resuelta por algunos como experimentos en forma etnográfica. Se comprometen en esfuerzos para concretar lo que se comparte, a menudo tácitamente, en la práctica etnográfica. El todo —desde ejercicios exuberantes en colectividad hasta creaciones singulares de imagen y texto, cada cual situada dentro de dinámicas más amplias de lucha y precariedad— es más que la suma de sus partes. Tomados en conjunto, estamos contribuyendo tanto a una antropología del arte(s) como al arte(s) de la antropología. Vivimos y hacemos no en un uno o en otro mundo, sino en un mundo entre ambos: sensatos e incompletos, fracturados y encantadores.

La creación material de arte a partir de la experiencia etnográfica y la transformación de la etnografía en arte nos ayuda a pensar en procesos sociales complejos, desde el cambio climático y la extinción de especies hasta la racialización, los derechos de los refugiados y la memoria colectiva. Qué y cómo recordamos se expresa en la imagen visual, la narración y la vitalidad del lenguaje que se entrelazan en representaciones etnográficas como arte. El arte etnográfico permite dar cuenta de los impulsos contradictorios de la memoria, así como de momentos etnográficos que muchas veces escapan a lo que se puede articular en palabras, que aparecen en y a través del gesto. Nuestro objetivo es comprender cómo esta tensión, entre la flexibilidad y las limitaciones del lenguaje y el dinamismo infinito de la realidad social, encuentra expresión a través de diferentes formas de arte.

La creatividad en forma etnográfica —basada en diferentes repertorios estéticos— puede ser una forma de dar sentido a la luz y la oscuridad en la vida cotidiana y en tiempos extraordinarios. Tomarse en serio el contenido de la experiencia diaria es una coreografía meticulosa e indeterminada. Implica permitir que el lenguaje se doble. Rompemos la lógica ordenada de la expresión académica, permitiendo que las ideas se fusionen en modos experimentales de pensar y crear. El arte de diferentes formas da estructura e inspiración a otros aspectos de nuestro trabajo: como académicos, como maestros, como testigos de la experiencia vivida y co-conspiradores en el cambio social. Jugar con la forma etnográfica en la página, o extenderse más allá, es un ejercicio para estirar nuestra imaginación, que recuerda la necesidad de imaginar futuros de otra manera. En las pandemias duales que ilustraron las desigualdades globales y locales, pero que también enfatizaron dolorosamente el privilegio de la inmunidad, esperamos inspirar el pensamiento sobre cuerpos porosos y conectados a través del arte y el proceso creativo. Este esfuerzo ilumina nuestra conexión, nuestra vulnerabilidad compartida y nuestra responsabilidad hacia futuros que exceden los límites de nuestros propios cuerpos, comunidades y estados-nación.

Fuente: SCA

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