La contaminación lumínica urbana suma más enfermedades
Ya sabemos que la contaminación lumínica es un gran problema
en los centros urbanos. Ya no se trata sólo de que (¡ay!) no podemos mirar las
estrellas en una noche despejada. Sabemos de la degradación de ecosistemas, los
trastornos de sueño, el crecimiento inadecuado de diversas especies, etc.
Oigan, nadie quiere que vivamos a oscuras, pero podemos usar la energía de una
manera mucho más eficiente. ¿No?
Ahora se suma otro problema. Biólogos de la Universidad del
Sur de la Florida en Tampa señalaron otra complicación causada por las luces
artificiales: la diseminación de enfermedades transmitidas por vectores, por
ejemplo, el virus del Nilo Occidental.
Las aves pueden transmitir estas enfermedades a los humanos
a través de los mosquitos. El periodo de infección sólo dura un par de días, luego
los pájaros sanan o mueren, pero al someter a aves infectadas a una luz clara,
simulando el ambiente nocturno de las ciudades, se comprobó que la infección se
prolongó durante más tiempo. No es que las aves murieron más rápido, sino que
siguieron vivas y enfermas por más tiempo, lo cual aumenta la posibilidad de
infectar mosquitos, que aumentan la posibilidad de infectar seres humanos. Y no
nos olvidemos, por cierto, que las ciudades son enormes criaderos de mosquitos.
Es un área de trabajo no muy explorada, pero ya existen
antecedentes que vinculan a la contaminación lumínica con enfermedades transmitidas
por vectores.