Demolió un edificio y debe indemnizar a los grafiteros por más de 6 millones de dólares
Es un fallo histórico que cambia la percepción del espacio
urbano: ahora los grafitis estarán protegidos por la ley federal estadounidense.
Esta semana, cuando el juez federal Frederic Block, de 83 años, otorgó una
indemnización de 6,7 millones de dólares a 21 grafiteros cuyas obras fueron demolidas
por un inversor privado, sentó un precedente notable. Tras el fallo, el grafiti
se distanció un paso (apenas uno) del lugar que en general ocupa en el
imaginario del espacio urbano, que es el del vandalismo y la ilegalidad.
El edificio conocido como 5Pointz, en Long Island, Queens, Nueva York, estuvo intervenido por grafiteros durante veinte años. De hecho se convirtió en una de las atracciones turísticas y culturales destacadas del área, de por sí ya provista de muchas atracciones turísticas y culturales destacadas. Se lo ha llamado 5 Pointz: The Institute of Higher Burnin o 5Pointz Aerosol Art Center, Inc. En las guías turísticas de New York se lo describía como un museo de arte al aire libre.
📢 Suscríbete a nuestro newsletter semanal.
El edificio se construyó en 1892. Hospedó a la empresa
Neptune Meter, que fabricaba medidores de agua. Al final quebró. El inversor Jerry
Wolkoff compró el edificio a comienzos de la década de 1970. Iba a echarlo
abajo y levantar otro edificio, pero al final rentó el lugar a distintas
empresas. A partir de la década de 1990 comenzó a alquilar estos espacios a
artistas, que cubrieron el exterior, de por sí deteriorado, con grafitis y
otras formas de pintura callejera. La intervención cobró renombre mundial.
En 2013, Wolkoff tomó la decisión de cancelar los contratos
de alquiler, demoler el edificio y construir en su lugar un condominio. Primero
blanqueó las pinturas para acallar las protestas; en 2014, el renombrado
5Pointz del Neptune Meter, en Queens, fue demolido.
El juez Block estableció una indemnización de 6.7500.000 dólares. El monto, que es el máximo previsto por daños y perjuicios, destina 150.000 dólares para cada una de las 45 obras destruidas, autoría de 21 artistas. Es mucho dinero, aunque la construcción que Wolkoff construyó sobre los cascotes del “mayor museo del aerosol al aire libre del mundo”, como también se lo llamó, está valuada en 400 millones de dólares.
“Si no fuera por la insolencia de Wolkoff, no se habrían evaluado estos daños. Si no hubiera destruido 5Pointz hasta después de recibir sus permisos y lo hubiese demolido diez meses más tarde, la corte no habría hallado que actuó obstinadamente”, dijo el juez para fundamentar su decisión. “5Pointz era una atracción turística destacada y el público hubiese corrido a despedirse durante esos diez meses, para observar las formidables obras de arte en aerosol por última vez. Hubiera sido un magnífico tributo a los artistas, que lo merecían ampliamente”.