¿Los asentamientos informales urbanos deben decidir su propio futuro?
En la 9º edición del Foro Urbano Mundial, en Kuala Lampur,
Malasia, volvió la pregunta que siempre vuelve: ¿qué hacer con los
asentamientos urbanos informales?
No es una situación fácil. Se calcula que unas 900 millones
de personas viven en asentamientos de este tipo, vale decir, 1 de 4 personas de
los centros urbanos no posee los servicios básicos y sus viviendas están
construidas de forma ilegal. Diferentes gobiernos en diferentes países
encararon el problema de distintas maneras, aunque la mayoría se decidió por el
desalojo, la demolición y la reubicación. No funcionó.
Otros métodos menos drásticos han sido normalizar los asentamientos
a través de títulos de propiedad y políticas de inserción urbana. Tampoco esto
acabó de funcionar, dada la reticencia de muchos habitantes a pagar impuestos o
del temor a la especulación inmobiliaria y la gentrificación.
No obstante, siguen intentándose nuevas estrategias. Una de
ellas, que al parecer ha dado resultados favorables, es la entrega de
fideicomisos de tierras comunitarias. Esta herramienta, a través de la cual la
tierra es una propiedad comunitaria, previene a los pobladores de la especulación
inmobiliaria.
Acá pueden leer un artículo sobre los fideicomisos de tierras
comunitarias como estrategia para los asentamientos informales urbanos.