Black Panther: en Wakanda el urbanismo funciona como debe funcionar



Por Daniel Manzo

Black Panther es la última película del universo Marvel basada en el comic del mismo nombre. Es un tanque de taquilla, un producto hecho para mirarlo comiendo palomitas de maíz y bebiendo Coca Cola en un vaso de dos litros. Sin embargo, la película número 19 del Universo Cinemático Marvel se diferenció del resto, o en eso se insistió, porque los personajes principales son negros, los realizadores son negros y tiene lugar en un país africano ficticio al que nunca llegó la colonización europea y blanca llamado Wakanda. Por supuesto, los productores y ejecutivos de la película no son negros ni africanos, ni tampoco quienes llevan las riendas de la franquicia Marvel ni de la industria fílmica de Estados Unidos, pero ese es otro tema de discusión. Ahora pensemos en Wakanda.


Wakanda es un ejemplo de planificación urbana eficiente. Todo funciona bien, con la más alta tecnología, lo nuevo está culturalmente integrado a la tradición y de manera responsable respecto al medio ambiente. ¿Quién no quisiera vivir en Wakanda? Cualquier habitante de una ciudad, apretado en el tren subterráneo a la hora pico, desearía que los burócratas locales fueran a Wakanda a hacer un curso de gestión y planificación urbana.

“Entre las muchas tecnologías deslumbrantes de Black Panther, el nuevo film de superhéroes de Marvel –trajes autocurativos, coches autónomos holográficos, capas tejidas indestructibles-, una tecnología es agridulce de contemplar, al menos para un subconjunto de nerds de la ciencia ficción”, escribió la periodista Laura Bliss en City Lab. “Se trata de los trenes”. ¿Por qué? Porque luego de ver ese sistema de transporte eficiente, avanzado y responsable, hay que volver a la realidad.

Acá pueden leer el artículo completo.

Recomendados

Seguir leyendo