Estrategias para proteger a las aves de tus ventanas
La llegada de los zorzales de madera al norte de Misisipi,
durante su migración de primavera, que serena mi barrio con su canto etéreo y
armonioso, es una de las grandes alegrías de la temporada. Es también un
pequeño milagro. Estas pequeñas criaturas acaban de volar más de 3000
kilómetros, todo el camino desde América Central.
Otras aves emprenden viajes aún más largos; el zorzal de
Swainson, por ejemplo, anida tan al norte como los bosques boreales de Alaska y
pasa la temporada no reproductiva en el norte de América del Sur, viajando
hasta 9000 kilómetros en cada trayecto.
Estas asombrosas hazañas de viaje son impresionantes, lo que
las hace aún más trágicas cuando se ven interrumpidas por una colisión mortal
con una ventana de cristal.
Esto sucede con una regularidad alarmante. Dos estudios
científicos recientes estiman que más de 1000 millones de aves —y hasta 5190
millones— mueren por colisiones con láminas de cristal cada año solo en Estados
Unidos, a veces de forma inmediata, pero a menudo por sus heridas.
De hecho, las colisiones con ventanas son ahora consideradas
la principal causa humana de muerte de aves. Debido a las colisiones con
ventanas y otras causas, las poblaciones de aves en toda América del Norte han
disminuido más del 29% desde sus niveles de 1970, lo que probablemente tenga
importantes consecuencias para los ecosistemas del mundo.
Estas colisiones ocurren en todo tipo de edificios, desde
casas hasta rascacielos. En el campus de la Universidad de Misisipi, donde
enseño e investigo como ecólogo, mis colegas y yo hemos estado probando algunas
soluciones creativas.
Por qué el cristal es tan a menudo mortal para las aves
Con mayor frecuencia, el cristal actúa como un espejo,
reflejando un cielo despejado o el hábitat. No hay razón para que un ave
disminuya la velocidad cuando parece haber un árbol o arbusto acogedor por
delante.
Estas colisiones frontales a menudo resultan en lesiones
cerebrales, a las que las aves a menudo sucumben inmediatamente.
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En otros casos, las aves se aturden por la colisión y
finalmente se van volando, pero muchas de esas aves también mueren por la
inflamación cerebral.
Otras lesiones, por ejemplo, en las alas o las patas, pueden
dejar a las aves incapaces de volar y vulnerables a gatos u otros depredadores.
Si encuentras un ave herida, contacta a un rehabilitador de vida silvestre local.
Qué ventanas son más riesgosas
Algunas ventanas son mucho peores que otras, dependiendo de
su proximidad a arbustos y otros hábitats de aves, lo que se refleja en ellas y
cómo la iluminación interior agrava o disminuye el efecto espejo.
En nuestro campus, algunos edificios con una gran superficie
de cristal matan sorprendentemente a pocas aves, mientras que otros pequeños
conjuntos de ventanas son desproporcionadamente mortales.
Una pasarela elevada en particular con cristal en ambos
lados entre los edificios de química y farmacia es un lugar notoriamente
peligroso. El cristal mata a las aves migratorias cada primavera y otoño
mientras intentan pasar entre los dos edificios en su camino a The Grove, el
área del parque central del campus de la universidad con grandes robles
antiguos.
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Durante la pandemia en 2020, la estudiante Emma Counce hizo
el trabajo doloroso de estudiar once edificios del campus casi a diario durante
la migración de primavera. Encontró 72 muertes de aves en siete semanas. Cinco
años después, mis estudiantes de ornitología completaron un nuevo estudio y
encontraron 62 muertes a lo largo de cinco semanas en 2025, demostrando que
todavía tenemos mucho trabajo por hacer para que nuestro campus sea seguro para
las aves migratorias.
Los zorzales, tal vez debido a su propensión a pasar
zumbando por espacios estrechos en el sotobosque sombreado del bosque, han
estado desproporcionadamente representados entre las víctimas. Otros incluyen
coloridos pájaros cantores: parulas norteñas, reinitas blanquinegras, reinitas
prothonotary, reinitas de Kentucky, escribanos, vireos y tangaras.
Cómo hacer que las ventanas sean menos peligrosas
Lo bueno es que todos pueden hacer algo para reducir el
riesgo.
Se pueden agregar películas, calcomanías o cuerdas en el
exterior de las ventanas, creando puntos o líneas, separados por 2 a 4
pulgadas, que rompan los reflejos para dar la apariencia de una barrera.
Las mallas y persianas exteriores también funcionan muy
bien. Solo agregar unas pocas calcomanías de siluetas de depredadores no es
efectivo, por cierto, el tratamiento debe abarcar toda la ventana.
Cuando se aplican correctamente, los tratamientos de
ventanas pueden marcar una gran diferencia. Un ejemplo inspirador es el
McCormick Place en Chicago, el centro de convenciones más grande del país, que
notoriamente mató a casi 1000 aves en una sola noche en 2023. Después de que
los trabajadores aplicaron una película de puntos en un área de las ventanas
del edificio equivalente a dos campos de fútbol, la mortalidad de aves en el
edificio junto al lago se ha reducido en un 95%.
La Alianza para la Prevención de Colisiones de Aves (Bird
Collision Prevention Alliance) proporciona información sobre opciones para
adaptar ventanas de casas u oficinas para que sean más amigables con las aves.
Las opciones para ventanas nuevas también se están volviendo
más comunes. Por ejemplo, el nuevo Centro de Innovación en Ciencia y Tecnología
en mi campus, que cuenta con muchas ventanas, utilizó en su mayoría cristal
amigable con las aves con sutiles lunares incorporados. Esta primavera,
encontramos que solo mató a cuatro aves, a pesar de una superficie de cristal
muy alta.
Cómo puedes ayudar
Al tratar de marcar una diferencia en tu territorio, sugiero
comenzar poco a poco. Toma nota de qué ventanas específicas han matado aves en
el pasado y trátalas primero.
Úsalo como una oportunidad para aprender qué enfoque podría
funcionar mejor para ti y tu edificio. O bien, ordena un producto o haz algo tú
mismo e instálalo.
Luego haz otro y cuéntale a un amigo. En la oficina, habla
con la gente, encuentra a otros a quienes les importe y forma un equipo para
hacer un cambio gradual.
Con algunas soluciones creativas, cualquiera puede ayudar a
reducir al menos este riesgo importante.
Fuente: The Conversation/ Traducción: Horacio Shawn-Pérez
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