En la superpoblada Tokio te pagan para que te vayas de la ciudad
Japón está ofreciendo pagar a las familias para que se muden de Tokio, su superpoblada capital, en un esfuerzo por revitalizar las ciudades rurales y aumentar la tasa de natalidad en descenso.
A partir de abril, las familias en el área metropolitana de Tokio, incluidas las encabezadas por padres solteros, serán elegibles para recibir 1 millón de yenes ($ 7,700) por niño si se mudan a áreas menos pobladas en todo el país, según un portavoz del gobierno central.
Los incentivos se aplican a niños menores de 18 años o dependientes mayores de 18 años si aún asisten a la escuela secundaria.
No es la primera vez que el gobierno intenta usar incentivos financieros para alentar a las personas a irse, pero este plan es más generoso al triplicar la cantidad que se ofrece actualmente.
Durante décadas, personas de todo Japón emigraron a sus centros urbanos en busca de oportunidades laborales. Tokio es la ciudad más poblada del país, con aproximadamente 37 millones de habitantes.
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Antes de la pandemia de Covid-19, la cantidad de personas que se mudaban a Tokio superaba a las que abandonaban la ciudad en hasta 80.000 cada año, según las estadísticas del gobierno publicadas en 2021.
Este patrón migratorio, combinado con el rápido envejecimiento de la población de Japón, ha dejado a los pueblos rurales con cada vez menos residentes, así como millones de viviendas desocupadas. Se espera que más de la mitad de los municipios del país, excluyendo los 23 distritos de Tokio, sean designados como áreas despobladas, según un censo nacional.
Mientras tanto, en las principales ciudades, el espacio se agota rápidamente y los precios se dispararon. Tokio es una de las ciudades más caras del mundo para vivir, ocupando el quinto lugar a nivel mundial en 2022.
Nación súper envejecida
Este problema, la migración de jóvenes del campo a ciudades superpobladas, es un factor clave en la crisis demográfica más grande de Japón, según los expertos. El país ha luchado durante mucho tiempo con bajas tasas de natalidad y una larga esperanza de vida, y en los últimos años ha visto que la cantidad de muertes supera a la de nacimientos.
Los expertos señalan varios factores: el alto costo de la vida, el espacio limitado y la falta de apoyo para el cuidado de los niños en las ciudades dificultan la crianza de los hijos, lo que significa que menos parejas tienen hijos. Las parejas urbanas también suelen estar lejos de la familia extendida que podría ayudar a brindar apoyo.
Por ejemplo, Tokio tiene la tasa de fertilidad más baja de las 47 prefecturas de Japón.
Los patrones de migración actuales están dando como resultado pueblos de origen desiertos y con pocos niños. En la aldea ribereña de Nagoro, en el sur de Japón, había menos de treinta residentes en 2019, y el residente más joven tenía más de 50 años. La única escuela de la aldea cerró hace unos años, después de que se graduaron sus últimos estudiantes.
Para combatir estos problemas, las autoridades lanzaron una iniciativa en 2019 para atraer personas a las áreas regionales.
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Según este plan, las personas que habían vivido y trabajado en el área metropolitana de Tokio durante al menos cinco años podían recibir 600.000 yenes (4.500 dólares) si se mudaban a zonas rurales. Ese incentivo es mayor para las parejas, a 1 millón de yenes ($7,700).
El año pasado, el gobierno permitió que padres solteros o parejas con hijos recibieran 300.000 yenes (2.300 dólares) por hijo si se mudaban.
Aquellos que se reubiquen pueden trabajar en esa área, establecer su propio negocio o seguir trabajando de forma remota para Tokio, dijo el portavoz del gobierno.
“Tokio tiene una concentración muy alta de personas, y el gobierno quiere aumentar el flujo a las áreas regionales para revitalizar poblaciones en declive”, agregó.
Hay alguna evidencia de que el programa está ganando terreno, aunque los números aún son bajos. En el primer año de lanzamiento, solo participaron 71 hogares, en comparación con 1184 hogares en 2021.
El gobierno de Japón también realizó otros esfuerzos para abordar la disminución de la población, incluida la introducción de políticas en las últimas décadas para mejorar los servicios de cuidado infantil y las instalaciones de vivienda para familias con niños. Algunos pueblos rurales incluso comenzaron a pagar a las parejas que viven allí para que tengan hijos.
Fuente: CNN/ Traducción: Horacio Shawn-Pérez
