Las funciones sociales de la aversión musical

Entonces, un metalero aparece en una fiesta tecno y pide que pongan algo de bailanta. Es bastante improbable, ¿verdad? Cierto. Que no te gusten ciertos tipos de música es tan constitutivo del gusto personal como lo es que te gusten otros tipos; y debido a que influye en el comportamiento relacionado con la música, esto tiene consecuencias en nuestra vida cotidiana. Investigadores del Instituto Max Planck de Estética Empírica (MPIEA) en Frankfurt am Main, Alemania, ahora investigan algunas de las posibles razones por las que a las personas no les gusta la música. Su estudio acaba de aparecer en la revista de acceso abierto PLOS ONE.

Con muy pocas excepciones, la investigación previa sobre el gusto musical se centró en las preferencias por ciertos tipos de música. Ahora, por primera vez, un equipo de científicos investigó explícitamente la aversión musical. En extensas entrevistas con veintiún participantes que representaban cinco grupos de edad, descubrieron razones específicas de sus aversiones individuales.

"El tipo de disgusto mencionado con más frecuencia fue el estilo musical, seguido por el artista y el género", explica la autora principal Julia Merrill. "Cuando observamos más de cerca las razones de los participantes, pudimos identificar cinco puntos de referencia principales para describir las aversiones musicales: la música en sí, la letra, la interpretación, el artista y las personas que la escuchan".

Los investigadores asignaron estos fundamentos a tres categorías: primero, motivos relacionados con objetos, como la composición musical o las letras; segundo, razones relacionadas con el tema, como efectos emocionales o corporales o discrepancias con la imagen de sí mismos; y tercero, razones sociales, que pertenecen al entorno social de un individuo y los juicios de gusto comunes a él (in-group), o a otros grupos de los que un individuo no se siente parte (out-group).

Además de las razones por las que no les gusta la música, los participantes describieron reacciones específicas que tienen cuando se enfrentan a la música que no les gusta. Estos incluían reacciones emocionales, corporales y sociales, que iban desde salir de la habitación hasta romper el contacto social.

Si bien investigaciones anteriores demostraron que la aversión musical tiene funciones sociales importantes, este estudio amplía la gama de razones para incluir razones personales y relacionadas con la música. Las aversiones musicales pueden, por ejemplo, servir para mantener un buen estado de ánimo, facilitar la expresión de la identidad o ayudar a delimitar un grupo social. De esta forma, cumplen funciones similares a las preferencias musicales, pero se expresan de forma menos abierta y más indirecta.

Fuente: Max-Planck-Gesellschaft

Recomendados

Seguir leyendo