El agua potable en las megaciudades
A medida que llegan las multitudes,
también aumenta la demanda de agua potable. Las áreas urbanas a nivel
internacional están aumentando rápidamente en tamaño, población y espacio, y
para asegurar agua potable para estas poblaciones urbanas a largo plazo, las
ciudades deberán priorizar una gestión que incorpore la sostenibilidad
ambiental. En un estudio dirigido por Wu Yang, los autores sugieren formas en
que las ciudades pueden mitigar estos desafíos.
Se espera que gran parte del
crecimiento demográfico en los próximos años se produzca en Asia y África, y
más notablemente en China y la India. Estas megaciudades (ciudades con
poblaciones de más de 10 millones de personas) se denominan “puntos críticos”
para el uso del agua.
Sin embargo, las megaciudades nunca
están aisladas. Los investigadores escriben: "Las áreas urbanas
interactúan cada vez más con otras regiones a través de flujos de agua,
alimentos, energía, personas, información y capital". Estas ciudades deben
depender de sus vecinos para obtener agua potable y, a medida que crezcan, su
alcance seguirá extendiéndose más allá de los límites de la ciudad.
Los autores del estudio sostienen que
el análisis del uso y la gestión del agua debería, por tanto, ser más
interdisciplinario. Las consideraciones socioeconómicas y ambientales deberán
estar a la vanguardia de los futuros planes de gestión.
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Para abordar estas preocupaciones, el
equipo desarrolló un marco para incorporar las perspectivas que consideran
necesarias en el análisis del uso del agua en las ciudades y sus áreas
circundantes.
“A medida que aumentan el número de
hogares y el tamaño de la población, el uso del agua también aumenta, a menudo
de forma no lineal. El desarrollo económico, incluida la industria, también
requiere agua, y los cambios en el uso y la cobertura del suelo alteran a su
vez la disponibilidad y el uso del agua. Las áreas agrícolas rodean las áreas
urbanas y algunos cultivos requieren agua de riego. El medio ambiente también
necesita agua para los procesos y funciones de los ecosistemas”.
Su modelo de teleacoplamiento, que
describe “interacciones socioeconómicas y ambientales entre sistemas humanos y
naturales distantes acoplados”, incorpora todas estas esferas.
Utilizando Beijing como estudio de
caso, destacan cómo la demanda de agua de la ciudad ha agotado los recursos más
allá de los límites, y muchos ríos cercanos tienen poco o ningún flujo de agua.
Desde una perspectiva socioeconómica, a medida que la demanda de agua se dispara
y construye infraestructura de transferencia de agua, las personas se ven
obligadas a abandonar sus hogares en las zonas circundantes a la ciudad.
Pero se adoptaron medidas importantes
y se realizaron mejoras. La creación de infraestructura proveerá más empleos
para personas fuera de las ciudades, y los autores llaman a Beijing un
"pionero" en el establecimiento de pautas estrictas para reducir el
uso de agua.
Se necesita mucho más trabajo para
garantizar la sostenibilidad del agua en ciudades como Beijing y Los Ángeles
que dependen de fuentes de agua distantes. Este modelo puede iluminar los
desafíos, pero se necesitan políticas para implementarlos. Los autores
concluyen: “La gestión de la demanda de agua también debe reconocer los
aspectos sociales y de equidad de las políticas y los precios del agua”.
Fuente: Jstor/ Traducción: Horacio Shawn-Pérez