El agua potable en las megaciudades


Olivia Box


A medida que llegan las multitudes, también aumenta la demanda de agua potable. Las áreas urbanas a nivel internacional están aumentando rápidamente en tamaño, población y espacio, y para asegurar agua potable para estas poblaciones urbanas a largo plazo, las ciudades deberán priorizar una gestión que incorpore la sostenibilidad ambiental. En un estudio dirigido por Wu Yang, los autores sugieren formas en que las ciudades pueden mitigar estos desafíos.

Se espera que gran parte del crecimiento demográfico en los próximos años se produzca en Asia y África, y más notablemente en China y la India. Estas megaciudades (ciudades con poblaciones de más de 10 millones de personas) se denominan “puntos críticos” para el uso del agua.

Sin embargo, las megaciudades nunca están aisladas. Los investigadores escriben: "Las áreas urbanas interactúan cada vez más con otras regiones a través de flujos de agua, alimentos, energía, personas, información y capital". Estas ciudades deben depender de sus vecinos para obtener agua potable y, a medida que crezcan, su alcance seguirá extendiéndose más allá de los límites de la ciudad.

Los autores del estudio sostienen que el análisis del uso y la gestión del agua debería, por tanto, ser más interdisciplinario. Las consideraciones socioeconómicas y ambientales deberán estar a la vanguardia de los futuros planes de gestión.

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Para abordar estas preocupaciones, el equipo desarrolló un marco para incorporar las perspectivas que consideran necesarias en el análisis del uso del agua en las ciudades y sus áreas circundantes.

“A medida que aumentan el número de hogares y el tamaño de la población, el uso del agua también aumenta, a menudo de forma no lineal. El desarrollo económico, incluida la industria, también requiere agua, y los cambios en el uso y la cobertura del suelo alteran a su vez la disponibilidad y el uso del agua. Las áreas agrícolas rodean las áreas urbanas y algunos cultivos requieren agua de riego. El medio ambiente también necesita agua para los procesos y funciones de los ecosistemas”.

Su modelo de teleacoplamiento, que describe “interacciones socioeconómicas y ambientales entre sistemas humanos y naturales distantes acoplados”, incorpora todas estas esferas.

Utilizando Beijing como estudio de caso, destacan cómo la demanda de agua de la ciudad ha agotado los recursos más allá de los límites, y muchos ríos cercanos tienen poco o ningún flujo de agua. Desde una perspectiva socioeconómica, a medida que la demanda de agua se dispara y construye infraestructura de transferencia de agua, las personas se ven obligadas a abandonar sus hogares en las zonas circundantes a la ciudad.

Pero se adoptaron medidas importantes y se realizaron mejoras. La creación de infraestructura proveerá más empleos para personas fuera de las ciudades, y los autores llaman a Beijing un "pionero" en el establecimiento de pautas estrictas para reducir el uso de agua.

Se necesita mucho más trabajo para garantizar la sostenibilidad del agua en ciudades como Beijing y Los Ángeles que dependen de fuentes de agua distantes. Este modelo puede iluminar los desafíos, pero se necesitan políticas para implementarlos. Los autores concluyen: “La gestión de la demanda de agua también debe reconocer los aspectos sociales y de equidad de las políticas y los precios del agua”.

Fuente: Jstor/ Traducción: Horacio Shawn-Pérez 

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