Luego del desastre, llega el turismo


Brody Ford

Ha sido un año difícil para los promotores de turismo en Los Ángeles. En enero, devastadores incendios forestales estallaron en Pasadena y Pacific Palisades, cobrándose la vida de 31 personas y destruyendo miles de hogares. Con la primavera llegó la represión migratoria de la administración Trump y las contramanifestaciones que se propagaron por varios barrios. En medio de la oleada de interrupciones, la segunda ciudad más grande del país vio una baja en el número de visitantes.

Por suerte, tenían un plan para eso.

Según el marco de mitigación de riesgos de la Junta de Turismo y Convenciones de Los Ángeles, los incendios forestales fueron clasificados como un “riesgo de categoría 3”, lo que significaba que tenían el potencial de afectar las visitas hasta por medio año y acabar con el 5% del presupuesto del grupo de promoción turística, que se financia con los impuestos hoteleros locales.

A través de solicitudes de registros públicos, Bloomberg CityLab obtuvo documentos internos de más de una docena de entidades turísticas estatales y locales que describen cómo responder a diversos tipos de desastres. Erupciones volcánicas, terremotos y disturbios civiles son algunos de los escenarios mencionados en los planes de ciudades como Atlanta y Austin.

Los planes ofrecen una mirada poco común al interior de la rama de gestión de crisis de la industria del turismo, cuya importancia ha crecido a medida que los desastres impulsados por el cambio climático se vuelven más frecuentes y graves, junto con la capacidad de las redes sociales para amplificarlos y, potencialmente, distorsionarlos. Tras incidentes de gran envergadura, las oficinas de visitantes locales se movilizan para ayudar a mantener la imagen de marca intacta y que los ingresos por viajes sigan fluyendo.

“Pasamos un mes luchando contra los incendios forestales y seis meses luchando contra las percepciones erróneas”, dijo Adam Burke, quien dirige la agencia de turismo de Los Ángeles.

Muchos estadounidenses que no están familiarizados con la enorme extensión de Los Ángeles podrían haber sobreestimado la parte de la ciudad afectada por los incendios o las protestas, y los clips virales de casas en llamas y de enfrentamientos entre agentes federales y manifestantes avivaron aún más los temores de los visitantes, afirmó Burke. Una imagen generada por IA del letrero de Hollywood envuelto en llamas fue tomada como real por muchas personas no residentes, añadió.

A pesar de la interrupción, la industria turística de Los Ángeles ha demostrado ser resiliente, dice Burke, ya que estima que el número de visitantes será similar este año al del año pasado. Los eventos de verano, como la semana de restaurantes de la ciudad, han ayudado. La recuperación también es una señal, dice, de que el plan de respuesta a crisis existente de la agencia funciona.

 

Mejores prácticas

Los manuales de desastres de las juntas de turismo de ciudades y estados ofrecen una amplia gama de instrucciones y consejos para quienes trabajan en este sector, con estrategias para manejar preguntas exigentes, evitar imágenes negativas y diseñar campañas publicitarias para que el público regrese una vez que pase la crisis. Mientras otras partes del gobierno se ocupan de las necesidades más inmediatas de una crisis, puede recaer sobre los funcionarios de turismo la tarea de hacer llegar la información a visitantes y locales por igual: pueden tener el mayor número de seguidores en las redes sociales y conexiones con las empresas locales, lo que los sitúa en una buena posición para este papel.

“Visit California responderá cuando un problema amenace las impresiones positivas de la marca y el producto de California”, se lee en un documento de 2019 del grupo de marketing turístico del “estado dorado”.

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Entre los consejos de gestión de medios de California están: no dar entrevistas en el lugar del desastre, estar preparado para responder la pregunta más embarazosa posible e inclinarse ligeramente hacia adelante para demostrar interés. En algunos casos, las consultas de la prensa deben redirigirse rápidamente a otros departamentos, como las fuerzas del orden locales o estatales. Y también, lucir bien: “Cuando estás en televisión, tu apariencia es lo que más cuenta, ¡aunque te sorprenda!”.

Muchas agencias recomiendan abordar la desinformación, que puede propagarse rápidamente en una crisis, y asegurarse de que ningún empleado de la ciudad se comunique con la prensa, excepto los portavoces oficiales. “Cuanto más grave sea la crisis, más exigentes serán los medios”, advierte la Oficina de Turismo de Colorado en su plan. Varias oficinas incluyen ejemplos de comunicados de prensa para varios escenarios.

Las crisis pueden ser generadas por el propio turismo, advierte el plan de Visit Seattle. Señala un accidente de 2015 en el que un vehículo turístico anfibio “Ride the Ducks” chocó contra un autobús en un puente de la autopista, matando a cinco personas e hiriendo gravemente a varias más.

La creciente cantidad de visitantes ha creado un problema de relaciones públicas para algunos destinos, como en ciudades europeas como Barcelona, donde los locales han protestado por el “exceso de turismo”. Para aliviar la aglomeración, varias ciudades han promovido atracciones menos visitadas.

La mayoría de los otros planes recalcan la importancia de pausar rápidamente los anuncios programados o las publicaciones en redes sociales cuando se produce un incidente. Incluso los mensajes promocionales genéricos sobre un destino, como la omnipresente campaña publicitaria de Michigan “Pure Michigan”, pueden parecer una distracción o ser insensibles durante la crisis. En su lugar, se debe compartir información crucial y, si es apropiado, “expresar simpatía por las víctimas”, señala Visit California.

Eso es lo que hizo Las Vegas después del tiroteo masivo más mortífero de la historia moderna de Estados Unidos, frente al hotel Mandalay Bay en 2017. “Ciertamente no íbamos a estar emitiendo comerciales de ‘Lo que pasa aquí, se queda aquí’”, dijo Cathy Cartier, quien en ese momento era jefa de marketing de la Autoridad de Convenciones y Visitantes de Las Vegas.

Inmediatamente después del tiroteo, la organización se centró en triangular la información para compartirla con visitantes y residentes por igual. El hecho de que fuera un atacante individual ayudó a que el evento fuera visto como una tragedia aislada en lugar de un riesgo constante, dijo Cartier, quien hoy dirige una organización análoga para el condado de San Luis Obispo en California. Aun así, reconoce que la adopción de las redes sociales estaba menos avanzada en 2017 y que responder a un incidente similar podría ser más difícil hoy en día.

 

El arte de la recuperación

Quizás la maniobra más complicada implique saber cuándo y cómo girar hacia la narrativa de la recuperación. Una vez que pasa la crisis inmediata, las organizaciones de marketing de destinos deben intentar que los viajeros regresen, sin complicar el trabajo de los socorristas o la vida de los residentes afectados por el propio desastre.

Dos meses después de los incendios de Palisades y Pasadena, Los Ángeles presentó una nueva campaña publicitaria que buscaba recordar a los visitantes el atractivo de la ciudad. Mostraba vistas del océano desde acantilados, "lowriders", yoga y ninguna referencia a los incendios que destruyeron miles de hogares. La música era una versión actualizada del éxito sarcástico de Randy Newman “I Love LA” y se emitió desde Filadelfia hasta Tokio.

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Los Ángeles se sintió cómoda animando a los viajeros a visitar la ciudad incluso mientras los residentes continuaban con sus esfuerzos de limpieza de los incendios forestales porque tenían muchas habitaciones de hotel disponibles para ellos. El mensaje de la ciudad era: “‘No se preocupen, al venir aquí, no van a desplazar a ningún evacuado o socorrista, y de hecho ayudarán a acelerar el ritmo de la recuperación’”, dijo Burke, de la Junta de Turismo y Convenciones de Los Ángeles.

Las Vegas adoptó un enfoque más sombrío en 2017. Diez días después del tiroteo masivo de Mandalay Bay, la junta de turismo de Las Vegas lanzó un anuncio basado en mensajes de redes sociales de visitantes que compartían lo mucho que la ciudad significa para ellos, con música de piano emotiva. “Está tejido en la tela de mi vida”, dice una publicación que se muestra en el video.

Hay una variedad de estrategias para impulsar una historia de recuperación. Muchas ciudades recomiendan distribuir imágenes a los medios que muestren que las cosas han vuelto a la normalidad. “Las imágenes a menudo son más importantes para contar la historia que las palabras, ¡especialmente en un estado tan visualmente atractivo como Colorado!”, se lee en el plan de ese estado.

La ciudad de montaña de Asheville, en el oeste de Carolina del Norte, que depende del turismo para una quinta parte de su economía, ha estado trabajando para que los visitantes regresen desde que el huracán Helene arrasó la región en septiembre de 2024, matando a más de 100 personas en el estado y causando una destrucción generalizada de carreteras y edificios. Aunque las principales atracciones han reabierto y muchas empresas han reservado conferencias, el turismo aún no ha vuelto a la normalidad, dijo Vic Isley, quien dirige Explore Asheville.

Eso es de esperarse. Según una investigación de Oxford Economics que se compartió con Asheville, puede pasar más de un año para que los visitantes regresen por completo después de un gran huracán. Para acelerar la recuperación, el plan de Explore Asheville detalla los pormenores del marketing en línea después de un desastre, describiendo una opción para impulsar contenido positivo a través de anuncios pagados de Google y el uso estratégico de la optimización de motores de búsqueda para enterrar “palabras clave problemáticas”.

“Los medios se mueven rápido y generan miles de millones de impresiones; se necesitan meses para superarlas y lograr que la gente entienda que Asheville está abierta y lista para los negocios”, dijo Isley.

En el caso de Nueva Orleans, el daño del huracán Katrina en 2005 fue aún más duradero: el número de visitantes no volvió a los niveles anteriores a la tormenta en una década, según la organización de marketing de destinos de la ciudad. Pero desde entonces, la ciudad ha logrado una dramática recuperación turística: el año pasado, la ciudad de Luisiana recibió un récord de 19 millones de visitantes, con 80,000 personas en el área empleadas en la industria.

Fuente: CityLab/ Traducción: Horacio Shawn-Pérez 

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