La vieja fotogeología


Danny Robb

La sonda espacial europea BepiColombo sobrevoló recientemente Mercurio y tomó fotografías de un paisaje lleno de cráteres. Mientras los científicos estudian estas imágenes, trabajarán en una tradición histórica que se remonta a los primeros días de la aviación militar.

En 1957, Richard G. Ray y William A. Fischer escribieron un artículo para Science en el que describían cómo la fotografía aérea transformó la forma de trabajar de los geólogos en el siglo XX. Como algunos de los primeros "fotogeólogos", sus escritos ofrecen una ventana a la historia de una profesión que cambia rápidamente.

En la Primera y la Segunda Guerra Mundial, los militares utilizaron la fotografía aérea para el reconocimiento y la cartografía. Ray y Fischer escriben que tecnologías y técnicas similares hicieron que algunos aspectos de la geología fueran más baratos y rápidos, y permitieron a los geólogos adquirir tipos de información completamente nuevos.

Los geólogos buscaron detalles en el paisaje, como el tono, el color, la textura y el patrón. Hicieron comparaciones y especularon sobre las conexiones entre las características del terreno. La visión de conjunto les permitió reconstruir teorías sobre la historia geológica de áreas enteras, un proceso que habría llevado mucho más tiempo con la geología de campo tradicional.

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Una vieja técnica puesta a punto fue la fotografía estereoscópica, en la que dos fotografías del mismo sujeto desde ángulos ligeramente diferentes podían proporcionar una imagen tridimensional. Ray y Fischer escriben que la importancia de este punto de vista para la geología “no se puede exagerar”. Las imágenes estereoscópicas dieron a los geólogos una visión de la textura y el relieve vertical que no se podía obtener con fotografías bidimensionales.

La fotografía aérea fue particularmente útil para las áreas boscosas y otros lugares de difícil acceso a pie. Ray y Fischer describen cómo los geólogos encontraron fracturas asociadas con depósitos de mineral en el remoto sur de Alaska, visibles a través de la densa forestación. Escriben que en las selvas, los colegas geólogos analizaron patrones de drenaje de agua, una práctica a la que llamaron “arroyología”.

Ray y Fischer tienen claro que “el intérprete solo puede adivinar” sobre cosas como la composición de las rocas en un sitio. Las imágenes desde el aire les proporcionaron un punto de partida para el análisis y guiaron a los geólogos hacia ciertas áreas. Pero para verificar la información, Ray y Fischer creían que la gente tenía que ir al campo y verlo por sí misma desde la tierra.

Este tipo de imágenes adquirieron un valor científico y económico extraordinario. Así como los científicos utilizaban imágenes aéreas para obtener información sobre una zona, las compañías petroleras y mineras las utilizaban para localizar sitios para futuras exploraciones.

Apenas dos semanas antes de que se publicara el artículo de Ray y Fischer, la Unión Soviética lanzó el satélite Sputnik, lo que dio inicio a la carrera espacial. Pronto, las naves espaciales llevaron cámaras a la Luna y a los planetas, y los geólogos utilizaron las técnicas de la geología aérea para estudiar paisajes sobrenaturales.

Algunas de estas técnicas todavía se utilizan hoy en día, aunque los científicos las combinan con otras tecnologías de teledetección que proporcionan información sobre geología y geofísica. Pero la investigación todavía utiliza el punto de vista aéreo para comprender tanto nuestro mundo como otros mundos alrededor del sistema solar.

Fuente: Jstor/ Traducción; Maggie Tarlo

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